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10 October 2010

Not an easy view

The exhibition has been extended two weeks until 31st of October 2010.

Article from the Mexican weekly Proceso this week
On the exhibition (Not) Guilty at World Art Delft.
Art of Today's Mexico.
With a cover of one of my paintings The Boss and an article on my last exhibition.
Special Report: Hell and art by Marco Appel



Click on the photos.

Here the original text:
Infierno y arte/Marco Appel Revista Proceso, # 1771, 10 de octubre de 2010

Para una artista plástica mexicana radicada hace dos décadas en Europa, la sangrienta realidad que supone la violencia asociada al crimen organizado en su país entraña una emoción inefable que sólo puede expresarse con arte. Marisa Polin es su nombre, y su obra ha estremecido al público de Holanda, donde reside. En el centro cultural World Art Delft (WAD) presenta una exposición de pinturas que reflejan la violencia extrema que desató la guerra contra el narco en México. “El factor que me llevó a trabajar en este tema –confía a Proceso, en una entrevista para este reporte especial– no fue el crimen ni la crueldad, sino los límites de hasta dónde ha llegado esa falta de moral…”.

DELFT, HOLANDA.- Ejecutados, decapitados, torturados, secuestrados... las referencias al infierno que atizó la guerra de Felipe Calderón contra el narcotráfico son una constante en las 47 obras de la muestra titulada (No) culpable, una de las exposiciones más provocativas que hayan tenido lugar en Holanda con la violencia mexicana como tema.
Las obras son de Marisa Polin, artista mexicana radicada en Holanda, y se presentan desde el 12 de septiembre en el centro cultural World Art Delft (WAD). La muestra concluirá el próximo domingo 17.
Quizá la más inquietante de sus piezas es la imagen de un narcotraficante que sujeta con un brazo el águila del escudo nacional mientras amenaza a alguien con una pistola. El título: La revolución de la narco-independencia, obra en la que la autora se imagina que, de continuar la descomposición del país, de este tipo serán los retratos de nuestros futuros héroes patrios.
Polin nació en México pero desde hace 20 años vive fuera del país. Es esposa del exministro de Finanzas y Economía de Holanda, Hans Hoogervorst. Normalmente hace retratos de la realeza europea y de políticos.
A principios de año expuso la serie Covered (cubierto) en la galería Stevens, en Maastricht, donde exhibió pinturas con el tema del anonimato. Además ha participado en exposiciones colectivas en galerías de La Haya. (No) culpable es su primera serie de creaciones sobre la violencia en México. Todas muestran escenas reales: las tomó de fotografías publicadas por diarios y revistas mexicanos.
Polin ya no pudo integrar a la exposición la pintura de Diego Fernández de Cevallos secuestrado, que tituló El Jefe y en la que el excandidato presidencial panista aparece con los ojos vendados y el torso desnudo, tal como en la fotografía que divulgaron sus captores el 26 de julio pasado. En aquella imagen Fernández de Cevallos sostiene el número 1751 de Proceso, en cuya portada se publica una fotografía de él.
Polin dice a este semanario que planea exponer por primera vez El Jefe –y otras cinco obras de (No) culpable– en noviembre próximo, cuando participe en una exhibición colectiva en la galería Ruimtevaart en La Haya.
Explica que esa fotografía de Diego Fernández le atrajo por su doble carga simbólica: por un lado, la representación de un hombre envejecido e impotente ante su trágica situación, y por otro, la del político arrogante y enérgico que se refleja en Proceso. “Es la imagen de la humillación”, resume la pintora.
Paula Kouwenhoven, fundadora de WAD, comenta a este semanario la obra de Polin: “Me sorprendió. Es una exposición muy interesante. La gente que la visita me pregunta sobre las técnicas que utiliza, pero también acerca de las cosas que pinta. No son pinturas bonitas. Es una obra muy fuerte y por eso tenemos discusiones muy profundas con quienes la ven. Cuando nos dicen en un periódico que tal persona es delincuente, lo asumimos. Pero eso no es verdad siempre. Con la obra de Polin no podemos hablar sólo de arte”.
El sitio web oficial de la localidad de Delf dice sobre la exposición: “En su serie (No) culpable Polin se refiere a la forma en que en México el crimen es presentado en los periódicos. Hay criminales que son sentenciados antes de que sean juzgados y crímenes que son puestos en escena como si se tratara de una obra de teatro. Marisa Polin busca el corazón del crimen y cómo lo interpretan los actores, culpables o no”.
Violencia
Proceso recorrió la exposición junto con la artista.
“El tema de partida es el hecho de que en México, como sucede en pocos países, tienes que demostrar tu inocencia y no la culpabilidad”, afirma Polin.
La primera pieza data de hace dos años. Precisamente se llama (No) culpable. Es un dibujo de dos encapuchados que llevan de los brazos a una persona de mirada triste, como resignada a su destino.
Polin pasa de un lienzo a otro. Una típica pistola de sicario con la imagen de una virgen incrustada en la cacha (Bendita); un sujeto atado de manos que parece recién arrojado de un automóvil en marcha (Yo no fui); un militar que arresta a un posible narcotraficante que intenta ocultar su identidad (Los carnales).
La pintora platica que un momento clave de su inspiración se dio el año pasado cuando estuvo en México:
“Quería hacer algo sobre el momento en que Cortés ve la Ciudad de México. Pero no pude llevarlo a cabo. Entonces tuve que aceptar que había un tema mucho más importante para mí: lo que estaba viendo en los periódicos. Es una pena, pero en Holanda fue aumentando la frecuencia de las noticias relativas a la guerra del narcotráfico en México. Cuando llegué allá vi que la gente no hablaba de eso, pero los medios sí lo estaban trabajando. Me pregunté, ¿qué está pasando? No pude dejarlo de lado”.
Polin se detiene frente al dibujo titulado Cinta canela que hizo en esa época de incertidumbre en México. Se trata de un ejecutado con los ojos vendados, tendido en el suelo. Hay sangre debajo.
Se acerca a otro lienzo: un hombre visiblemente torturado, obeso, atado de manos y en calzoncillos. Hay una letra Z marcada en el pecho con un objeto punzocortante.
Explica: “Tiene una meta estética. Es una abstracción de lo que está pasando en México. Estoy describiendo un acto muy cruel. Por la forma, te acercas con curiosidad, es bello, económico en línea. Sólo en un segundo o tercer intento te das cuenta de lo que es: y ya no puedes negar lo que ves... Debe estar muerto”.
La pieza mejor lograda, considera la autora, es la de una cabeza que pende: Vay chato, en indudable alusión a los narcomensajes.
“Es gráfico, es fácil, es limpio, es atractivo, es casi un cartel de promoción”, comenta. “Los elementos visuales son muy compactos, tienen colores muy vivos, puros, casi felices y no sabes lo que es al primer acercamiento. Espero que la pintura te diga con un dedo: ‘Ven, ven, veme, veme, veme’”.
Abunda: “El factor que me llevó a trabajar en este tema no fue el crimen ni la crueldad, sino los límites de hasta dónde ha llegado esa falta de moral; no puedo aceptar que un compatriota mío la pueda tener”.
–Es doloroso –se le comenta mientras fija su mirada en el lienzo del decapitado.
–Sí, demasiado. No me explico cómo pueden hacer cosas así. Es muy duro cuando piensas que pudo haberlo hecho alguien que conoces; eso no lo puedo aceptar. La pregunta de fondo es, ¿quién cometió este crimen?: alguien que no tiene educación, que no tiene recursos, que no tiene futuro... Es una gran tristeza, pobre, pobres, ¿en qué mundo tienen que estar para llegar a hacer eso? Tienes que haber perdido toda humanidad. ¿Qué eres después de eso?
Apoyo oficial
Polin asegura que desde hace un año ella misma había negociado con el WAD la exhibición de sus pinturas. Afirma que la embajada de México en Holanda integró a (No) culpable en el folleto de la legación diplomática que difundió actividades culturales correspondientes a septiembre.
En la primera página del folleto se ve el logotipo de la Secretaría de Relaciones Exteriores con el escudo nacional y la leyenda “Embajada de México en los Países Bajos”.
Para el folleto el consejero cultural de esa embajada, José Manuel Springer Franco, escribió la presentación de la obra. En su texto no se menciona la guerra contra el narcotráfico, en cuyas consecuencias se inspira gran parte de la colección, y reproduce la versión calderonista según la cual los periodistas, calificados de “sensacionalistas”, sobredimensionan e incitan a la violencia.
Señala el folleto: “El creciente morbo promovido por los medios de comunicación, se torna contra el espectador, que se hace incapaz de captar la dignidad humana de la víctima. En la prensa, las víctimas se convierten en un número, una estadística, un signo de la violencia. En los dibujos (de Polin), los seres humanos desconocidos se convierten en un símbolo de nuestro actual dilema: al mirar la violencia de manera indiferente, la consentimos y participamos en ella”.
El 15 de septiembre en la fiesta del Bicentenario de la Independencia –en el atrio del ayuntamiento de La Haya– cada uno de los 600 asistentes recibió uno de esos folletos; entre ellos estaban los invitados de honor a la ceremonia oficial mexicana: el alcalde de La Haya, Jozias van Aartsen, y el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ed Kronenburg.
Para conocer su opinión, Proceso habla con el embajador de México en Holanda, Jorge Lomónaco. El diplomático afirma que la embajada no le dio “ningún apoyo” a Polin, si bien después aceptó que sí se publicitó la exposición “entre la comunidad mexicana”, lo cual, aclara, se hizo a petición de la expositora y no por iniciativa oficial.
Debido a que el 8 de enero último Calderón instruyó a los embajadores a “hablar bien de México” y “difundir lo que verdaderamente pasa en materia de seguridad y derechos humanos”, se le pregunta a Lomónaco si no le preocupa que la exposición del WAD vaya contra la imagen que el gobierno mexicano busca promover. Responde que la obra de Polin sólo expone “actos de violencia en general” y no en México.
Se le comenta que este semanario visitó la exposición y se le describe la pintura titulada Zeta. Lomónaco contesta que en todo caso “ese no es el tema”, ya que, insiste, la embajada se limitó a informar del acto a la comunidad.
El embajador asegura que “no ha habido una sola nota (de la exposición)”, que según él “ha pasado desapercibida” y por lo cual “no ha tenido ningún impacto en Holanda”.
El corresponsal pregunta a Polin si conoce la instrucción presidencial de hablar bien de México en el extranjero. “Pues a mí también me gustaría hablar bien de mi país”, contesta.

21 October 2010

The Paint and the Blood

This is an article written by art critic Jimenez Abarca on the paintings from the exhibition Bella and Terca and those from my exhibition (Not) Guilty:

The Paint and the Blood
by Juan Carlos Jiménez Abarca
Mir(i)ada
Published at the Suplemento of Letras de Cambio from the newspaper Cambio de Michoacán
17 October 2010
(Original in Spanish via Google translate)
Mask XI (2008), Gustavo Monroy, cover of the magazine Proceso, number 1771, October 2010, Marisa Polin and Slice (2008) oil on canvas, Omar Rodriguez-Graham.

Numerous magazines in our country pay attention to the political themes with in- depth journalism articles. Less abundant are the magazines of this type that include articles of art criticism or opinion on areas of culture in its content. But few are those who devote the cover and main article in the publication of the work of a Mexican painter, even though that article has only 5 pages long and many pictures, so that reading is actually a few words to go.
The number 1771 of Proceso magazine, which corresponds to October this year, shows on its cover a pictorial version of the photograph taken of Diego Fernandez de Cevallos by their captors, distributed on 26 September in the national newspapers. The title of the magazine is: Art of Today’s Mexico.

The author is Marisa Polin, a Mexican who has lived 20 years in The Netherlands, and the image corresponds to the series (Not) Guilty, on display at World Art Delft (WAD) in the city of Delft. The exhibition is on display from 12 September until 31 October. In the words of Marco Appel, the Proceso journalist, this is "one of the most provocative exhibitions that have taken place in Holland with Mexican violence as a theme." We have to know how many exhibitions have been made in this country with the Mexican violence as theme to verify that, indeed, if it is the most provocative of all. The reporter's comment could had been left out.
The painting The Boss has as origin the impression caused to Polin by the photograph of Diego Fernandez for a double symbolism: “on the one hand, the representation of a man aged and impotent in front of his tragic situation, and secondly, the arrogant politician and robust than is reflected at the cover of Proceso. It is the image of humiliation." The rest of the works bear the same tone: things that are published in the media and no one wants to see, like a subject bound by hands and feet just thrown from a car, a naked man sitting on a chair with his arms tied to the back, with lost eyes and a slight smile, mysterious, mainly by the letter "Z" carved into his flesh up to the chest: he is dead.
Other are images that are fatefully familiar: virgins and other religious images in the grips of the pistols used by gunmen, a soldier (or two officers) presenting a man, guarding the caught objects: weapons, ammunition, drugs and more.
I must say. It is a plastic proposal, in its economy of line and color contrast, shows an aesthetic vision of something that politically almost nobody wants to be shown abroad Mexico, particularly the federal government and diplomats, including Ambassador Jorge Lomonaco in The Netherlands. He said that there were no newspaper articles about the exhibition and it has gone unnoticed, leaving no impact on the country. But the fact that Polin paintings are going to be exhibited soon in the Gallery Ruimtevaart in The Hague makes you think about the cultural consumption of these images.
In Mexico there are other painters who incorporate social issues and rawness in their work, creating a beautification of violence, acquiring a bewildering emotional quality. Two of them exhibited last July at the Museum of Modern Art (Mexico City) Bella and Terca, nine arguments about painting.
The show could be read as the work of Gustavo Monroy,"involves the use of invoices and compositions, sometimes associated with narrative style of late medieval painting, or sometimes mystical theatrical Baroque religious painting, to exalt the drama and the iconic force of topics from current news of our country.” A Last ‘Mexican’ Supper is a table with tablecloth that brings together twelve bloodied heads without their bodies, Mexico Lindo y Querido shows a national emblem on the decapitated portrait of the painter. He himself suicidally points to his head while carrying a plastic mask of former President Salinas de Gortari in Table XI Mask (2008).
Monroy constructs symbols over the violent reality experienced by our country. In an interview in 2009, commented that given the social reality that he noticed in the present-day -reported reading 3 different newspapers-, could not base his artwork in blowing up balloons and exhibiting them at the museum.
The second artist is Omar Rodriguez-Graham. His case is no less political by his social themes in its work: showing mutilated female bodies located in the morgue. A wall text reads: "In the paintings of Omar Rodriguez-Graham is shown the expression of the paint with a spatula or with masses of pigment, he is working with the construction of forms that are self contained and achieve a large monumental composition with high impact. This tectonic violence of the human forms -bounded by a sophisticated frame- shifts the criminal theme of the work to a non-narrative territory of refined sensuousness." In other words, distance to what otherwise would seem horrible and intolerable; through the beautification of the violent image, the gaze goes to the neck of a young, pale and dead woman and you may continue to watch. What we see is a picture that would show everything with absolute realism, but constructed of colors, shapes, textures and gestural strokes.
"Many people think that my work tries to present or criticize the violence. These people are wrong because it fails to see the painting as more than an image. My work is painting and not image.” The words of Omar Rodriguez about his work resemble those of Marisa Polin talking about her paintings: "It has an aesthetic goal. It is an abstraction of what is happening in Mexico. I am describing a very cruel act. You approach the form with curiosity, it is beautiful, economical on lines. Only in a second or third moment you realize what it is, and you can not deny what you see ... "

The original text at newspaper Cambio de Michoacán

More texts from the press.

31 January 2011

Surrealist as Mexico

The kidnappers' photo published one month after El Jefe was released.

Diego Fernandez de Cevallos "El Jefe" by Marisa Polin

One step further in the absurd irony of what happened and not happened to El Jefe Diego Fernandez de Cevallos.
His supposedly captors "Los Misteriosos Desaparecedores" just sent a new letter with this phtotograph to Navegaciones.
Here you see El Jefe already thinner and with a longer beard holding Proceso magazine with my painting based on a previously released click by the kidnappers holding a Proceso magazine with the cover of a free El Jefe as proof of being alive after his disappearance. 
It is so absurd that it is easy to think that it is made with photoshop, I first thought so, but now I know is not.

Free
The cover of "El Jefe" with Marisa Polin's painting.

The photo sent by the kidnappers.
The cover from Proceso he is holding on the shot in captivity.
Photoshop: The parody.
Photoshop parody Endless El Jefe
Photoshop: Navidad

11 October 2010

The Mexican State... of the art

An interpretation:
The Mexican state... of the art
by Leopoldo Mendivil at La Cronica de Hoy

Excerpt:
"... The four years minus 50 days that had passed of your mandate cover already an era of Mexico, President, because of all that has happened during that time. It occurs often that the last step in the construction of an era is the manifestation of its art, which reaches its climax to make account of all that has happened.

This has happened already with your government. Yesterday, the weekly magazine Proceso published an exclusive, I think a world exclusive. The Mexican artist Marisa Polin presented her point of view inspired by the theme of our drug violence with the painting exhibition (Not) Guilty in Delft, The Netherlands, on 12 September, just in time to coincide with the epic date of our history.

At the opening of the exhibition the main canvas was not yet finished, a vision of hard paint strokes of Diego Fernandez de Cevallos from his captivity.

This paradoxical image of The Boss, as the work is called, will undoubtedly be the most famous of his posterity.

As The Boss is so vain, he will certainly thank you, President, having caused that image for the times when he will be only history, heritage, memories, dust, and at the most, ashes ... "


Español:
El Estado Mexicano… del arte
Leopoldo Mendívil de La Cronica de Hoy

Excerpto:
"...Los cuatro años menos 50 días que han transcurrido de su mandato abarcan ya una era del tiempo mexicano, Presidente, por todo lo que durante ellos ha ocurrido. Suele suceder que el último peldaño en la construcción de una era sea la manifestación de su arte, que llega a su plenitud para hacer el recuento de lo realizado.

Así ha ocurrido ya con su gobierno. Ayer, la revista semanal Proceso publicó la exclusiva, creo que mundial, de su visión pictórica en la exposición titulada (No) Culpable que el 12 de septiembre, a tiempo para coincidir con la fecha épica de nuestra historia, la mexicana Marisa Polin presentó en la ciudad de Delft, Holanda, inspirada en el tema de nuestra narcoviolencia.

Al abrirse la exposición aún no estaba concluido el lienzo principal, una visión de duros trazos de Diego Fernández de Cevallos desde su cautiverio.

Paradójica imagen esta de El Jefe –como se denomina la obra–, que sin duda será la más famosa de su posteridad.

Como El Jefe es tan vanidoso, sin duda le agradecerá, Presidente, haber provocado esa imagen para cuando ya sólo sea historia, herencia, recuerdo, polvo, si mucho, cenizas…"

22 October 2010

(Not) Guilty open until 31 October

My individual exhibition "(Not) Guilty" at World Art Delft has been extended until Sunday 31 of October!
WAD: Rotterdamseweg 205 / 2629HD Delft / 015 - 2565589 / info@worldartdelft.nl
Open Friday-Sunday from 1 to 5 pm or call for an appointment.
For the press: Reforma, Proceso, Milenio, Mir(i)ada, Kees Koomen